Los servicios energéticos son fundamentales para el desarrollo social y económico del país. Sin embargo, el uso de combustibles fósiles para satisfacer las necesidades básicas del hogar y la industria provoca un incremento en las emisiones de gases de efecto invernadero, poniendo en riesgo al medio ambiente.

En los últimos años, tras la declaración de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) por parte de las Naciones Unidas, la sociedad, los gobiernos y las empresas comenzaron a planificar sus rutinas con la meta de lograr un uso consciente y responsable de los recursos naturales.

Más allá del rédito económico, que en muchos casos supera las expectativas, la sustitución de procesos conservadores (en el caso de las fábricas) o hábitos incuestionables (para los quehaceres hogareños) por procedimientos que sean amigables con el medio ambiente se convirtió en una tendencia que crece día a día.

En la actividad industrial, la transición a la utilización de energías renovables (basadas en la utilización del sol, el viento, el agua o la biomasa vegetal o animal) en los procesos productivos avanza a paso lento, pero se va consolidando en la región.

Energía térmica a partir de biomasa

En la localidad de Maipú, Mendoza, la empresa Biotek se especializó en el diseño, fabricación e instalación de sistemas térmicos a biomasa, para brindar beneficios económicos, ecológicos y de proceso, con alta eficiencia energética, a las industrias de la región.

“La empresa surgió como una idea de aprovechar tanto la biomasa de la región como la producción de biocombustible”, explicó José García, integrante del área de ingeniería de la firma cuyana, en diálogo con Industria Ambiental.

Se denomina “biomasa” a toda porción orgánica proveniente de las plantas, los animales y de diversas actividades humanas. El término biomasa abarca una variada serie de fuentes energéticas: desde la simple combustión de la leña para calefacción hasta las plantas térmicas para producir electricidad, usando como combustible residuos forestales, agrícolas, ganaderos o incluso “cultivos energéticos”, pasando por el biogás de los vertederos o lodos de depuradoras, hasta los biocombustibles.

En el caso de Biotek, sus equipos generan energía térmica a partir de biomasas sólidas como residuos, desechos orgánicos o biocombustibles sólidos; tales como cáscaras, carozos, orujos, desechos de madera o pellet de madera. La biomasa sólida es dosificada en el ingreso del quemador, en donde se genera una llama controlada con alta eficiencia en la combustión. La potencia es producida por demanda del sistema térmico gobernado por un controlador electrónico, consumiendo únicamente la biomasa requerida instantáneamente.

Si bien muchas industrias utilizan la biomasa que descartan en sus procesos, otras empresas que apuestan a la energía térmica sustentable deben conseguir los recursos naturales de otras actividades. “Nosotros triangulamos un poco, porque además de vender un equipo facilitamos el vínculo con las empresas que generan mucha biomasa”, indicó el ingeniero mecánico de la firma mendocina.


Por último, José García destacó la importancia de apostar a las energías renovables por cuestiones ambientales, no económicas: “La responsabilidad ambiental no tendría que estar monetizada, sino que debería ser un beneficio colateral. Es proactivo asumir la cadena y no verlo desde la obligatoriedad”. “La evaluación económica es positiva, pero por encima de eso el beneficio ambiental siempre está en la evaluación”, agregó.

Climatización sostenible

Una de las medidas que los ciudadanos, de forma particular, pueden tomar para mitigar el cambio climático y reducir emisiones es climatizar los hogares de una forma sustentable.

Según los cálculos de la Oficina Española del Cambio Climático, las emisiones contaminantes generadas por el uso de la calefacción y el agua caliente sanitaria pueden llegar a representar un 20% del total de emisiones de un hogar. Es decir, en una vivienda de 100 metros cuadrados, habitada por cuatro personas, se producen unas dos toneladas anuales de CO2 y otros gases; lo mismo que emite un auto tras recorrer 10 mil kilómetros.

Por esto, la climatización sostenible debe convertirse en el camino que la sociedad debe elegir en las temporadas invernales para recudir la contaminación del medio ambiente sin morir de frío.

Estufas Rocket

La estufa tipo rocket, o de inercia térmica, es un sistema de calefacción de ambientes innovador y eficiente que logra aprovechar al máximo el calor contenido en la combustión de maderas.

“En una estufa tradicional, solamente se aprovecha el 20% del calor generado y el resto se va por la chimenea, esto sucede por la diferencia de presión de la masa térmica que está más caliente y tiende a subir”, explicó María Victoria Meoniz, una de las integrantes de Far Fuoco, en diálogo con Industria Ambiental.

“En la segunda cámara de las estufas rocket se genera una combustión mucho más limpia, porque en un hogar a leña o una salamandra se genera humo y el calor se pierde por la chimenea, en este tipo de estufa lo que se quiere hacer es retener el calor y que se termine de hacer la combustión”, indicó la especialista.

En cuanto al funcionamiento de los artefactos eficientes, Pablo Kulbaba, de Hacono Energía, comentó: “Son estufas que se cargan de calor, con el fuego, y se libera de a poco”. Según afirmó el Ingeniero Electromecánico, los invernáculos se pueden aplicar “en cualquier lugar y las terminaciones pueden satisfacer estéticas exigentes como así también pueden tener terminaciones rústicas”.

Por su parte, Romina, representante del área de marketing y publicidad de Mocca Evolución, señaló: “La utilización de biomasa para la combustión es una opción dentro de las energías renovables; un producto totalmente natural, limpio y sin residuos contaminantes, donde la materia vegetal (tanto residuos de aserrín u otros elementos como cascaras o residuos de las cosechas) es compactada y utilizada como combustible. Mantiene limpia la casa, disminuye el consumo de otros combustibles y la tala de árboles para quema”. “En este momento principalmente de pandemia, contar con este tipo de calefacción es importante para la salud de cada hogar, oficinas y otros sitios de trabajo”, consideró la empleada de la firma con Casa Central en Lanús Este, Buenos Aires.

Asociación Argentina de Estufería y hornería

Para consolidar la oferta de estufas de inercia térmica en el país, y poder cubrir una futura demanda a nivel nacional de este eficiente calefactor, un gran número de emprendedores se unieron para crear la Asociación Argentina de Estufería y hornería.

“Hay que hacer un esfuerzo grande para explicarle al público lo que hacemos, por eso, buscamos colectivizar ese esfuerzo y hacer un muy buen material comercial”, comentó Kulbaba, a la hora de recordar el origen de la agrupación. “El otro motivo es el encuentro entre colegas, para salir mejores”, indicó.

“Entender la actividad solo por el aspecto comercial es un paradigma obsoleto, hay que darle un contexto y alinearlo con un plan más grande, sostenible”, afirmó el ingeniero y dio sus pareceres sobre el futuro de la actividad: “Hay indicadores de que hay un interés creciente y creemos que va a ser exponencial”.