La eficiencia energética dentro de los procesos industriales se convirtió, en los últimos años, en una prioridad de las principales empresas del país. Por lo tanto, la utilización de calderas en esos procesos, tiene que hacerse de manera sostenible.

Según el artículo 2 del decreto provincial Nº 0605/16, que modificó el Decreto 640/92, se considera caldera “a todo aparato a presión en donde el calor procedente de cualquier fuente de energía se transforma en utilizable, en forma de calorías, a través de un medio de transporte en fase líquida o vapor”.

Para que la producción a altas temperaturas sea eficiente, tanto en su rendimiento como en cuestiones ambientales, deben utilizarse especialidades refractarias de calidad.

Los refractarios pueden definirse como un material capaz de soportar condiciones operativas asociadas a elevadas temperaturas sin modificar sus propiedades. Su rendimiento o performance depende de muchos factores propios del material y de las condiciones operativas en las que se lo utiliza.

Una gran variedad de industrias utilizan refractarios en sus procesos, entre los sectores más destacados se encuentran: siderurgias (fábricas de acero), fundiciones (hierro y acero), fundiciones no ferrosas (cobre, aluminio, etc.), laminaciones, plantas de incineración, plantas de generación de energía y tratamientos térmicos.

“A lo largo del tiempo, fuimos instalando materiales refractarios en diversas calderas. Hemos tenido una performance efectiva con hormigones densos de liga hidráulica, y apisonables plásticos en zonas de alto desgaste. Además, incorporamos productos de fibra cerámica para hacer aislaciones térmicas entre la chapa y el refractario”, comentó Nora Bullentini, presidente de IGNIS REFRACTORY SA, en diálogo con Industria Ambiental, y continuó: “Sabemos que la composición de nuestros materiales se adecúa muy bien en estos procesos, donde la erosión, la abrasión y la temperatura son factores, para determinar el rendimiento en el refractario”.

Los materiales refractarios han evolucionado en los últimos años de forma considerable, tanto en el diseño de nuevas formulaciones y soluciones constructivas como en los métodos de instalación, para las soluciones del uso eficiente de calderas.

La empresa rosarina, con más de 50 años de trayectoria, cuenta con sus nuevas oficinas comerciales en avenida Luis Cándido Carballo 183, se encarga de producir materiales refractarios y comercializar insumos, de elevada calidad, que brinden rendimientos uniformes a los clientes. “Es una fábrica de especialidades refractarias para toda la industria que trabaja con alta temperatura, nuestros materiales están fabricados con materias primas nacionales, minerales extraídos del subsuelo argentino y del extranjero (Brasil, Alemania, China, etc); vamos incorporando y adaptando nuevas tecnologías de manera permanente”, remarcó la titular de la firma.

Sobre la atención de IGNIS REFRACTORY SA a sus clientes, Nora manifestó: “Trabajamos para asistir y dar una respuesta rápida y eficiente a nuestros clientes”.

Por último, Bullentini volvió a remarcar la importancia de tener un trato especial con cada una de las firmas de la región: “Somos flexibles, y estamos preparados para poder satisfacer la necesidad de cada cliente”.