El incremento del costo de los combustibles fósiles, el cambio climático y los problemas del suministro energético, instalaron en la agenda pública de los últimos años el concepto de eficiencia energética. Esta nueva concepción puede aplicarse a diferentes actividades y en algunos sectores conlleva una gran oportunidad.

El impacto del transporte en la matriz de consumo energético de los países y su peso en las emisiones de gases efecto invernadero y contaminantes lo ubican en el centro de las innovadoras transformaciones impulsadas por este nuevo paradigma. 

Según el reporte “Transport, Energy and CO2 – Moving Toward Sustainability (IEA/OECD 2009)”, el transporte representa cerca del 19% del consumo global de energía y el 23% de las emisiones relativas a la energía de dióxido de carbono (CO2), estimándose que, de no mediar acciones inmediatas, el consumo de energía y las emisiones de CO2 relacionadas al sector, se elevarían cerca de un 50% al 2030 y más del 80% al 2050. En el caso particular del Transporte de Carga por Carretera (TCC) en los países en vías de desarrollo, se esperan crecimientos de un 2,8% al año al 2030. 

En Rosario, el sector comercial céntrico, con más de 19 mil locales, se presenta como una de las regiones con mayor densidad poblacional. En este sector, confluyen múltiples problemáticas como la congestión del tránsito, convivencia de diferentes modos de movilidad, deterioro de la calidad ambiental, mayor cantidad de emisiones de GEIs (Gases de Efecto Invernadero) y de gases contaminantes locales, menor presencia de arbolado urbano y de superficies verdes absorbentes que mitiguen el impacto de la concentración de actividades en el área. El transporte de mercancías en el área central presenta características particulares en cuanto a modos, frecuencia y horarios para la coordinación de entregas y la localización de la distribución.  

Con el objetivo incentivar la implementación de prácticas de eficiencia energética, ahorro de combustible, mantenimiento de vehículos y soluciones de logística en la distribución urbana local de cargas, CIMPAR realizó un Manual de Buenas Prácticas destinado a toda persona o empresa que realice Transporte de Mercancías.

“Todo comenzó a través de una beca para el curso “smart transport manager training “ de Smart Freight Center (una organización global sin fines de lucro dedicada al transporte de carga sostenible) y con un acompañamiento de la Asociación Sustentar”, señaló la Ing. Gisela Trossero, en diálogo con Industria Ambiental, y continuó: “Nos adjudicaron la beca y a partir de ahí surgió la idea de hacer esta Guía para reflejar todos los conceptos y conocimientos que habíamos adquirido y poder hacer una primera acción concreta del plan de logística de bajo carbono que tiene la ciudad”.

En cuanto a la génesis del grupo de trabajo, la integrante de la Gerencia de Planificación Integral en Ente de la Movilidad de Rosario dijo: “Con el objetivo de la participación de actores privados y académicos, que enriquecían tanto esta Guía, fue que se armó la comisión dentro del CIMPAR y ahí se invitó a participar a los miembros. En una segunda instancia, se sumó a la mesa de trabajo el Instituto de Estudios de Transporte (IET) y estudiantes de la carrera de Ingeniería Ambiental de la UCA Rosario”.

“Nos sumamos a la comisión de Transporte de Carga de CIMPAR con el objetivo de desarrollar esta Guía. Se viene trabajando mucho en el impacto del transporte en las ciudades, pero siempre visualizando la movilidad de las personas, sin poner énfasis en la movilidad de carga”, comentó la Ing. María Laura Pagani, directora del Instituto de Estudios de Transporte (IET).

Sobre las metas del trabajo realizado en CIMPAR, la profesional indicó: “El objetivo de esta Guía fue, por un lado, concientizar a los transportistas de cuál es el impacto que tiene su actividad en el entorno urbano, ya sea en relación al espacio público y la dinámica del tránsito, y lo que es el impacto ambiental”.

“La guía es una herramienta de orientación y soporte para los tomadores de decisión en el sector y para los transportistas que operan en la ciudad”, aseguró Ing. María Gabriela Vázquez, integrante de la Secretaría de Desarrollo Económico y Empleo de la Municipalidad de Rosario. “Las diversas visiones de los actores participantes de la autoría de la guía, imprimen su impronta particular. Se debaten los temas a incluir, pertinencia, en un marco de cooperación con los diversos actores del sector con la intención de lograr la implementación de buenas prácticas y políticas para un transporte de cargas urbano más sustentable, seguro y competitivo”, agregó la coordinadora del Manual.

La guía está dividida en cuatro grandes ejes temáticos, en cada uno se asocia el porcentaje de reducción de combustible y en consecuencia de emisiones por lo cual no solo es un beneficio para el ambiente sino que proporciona un ahorro económico a la hora de la implementación para las empresas.

Los ejes temáticos que se consideraron son: 

  • Selección del vehículo adecuado donde no solo se tiene en cuenta la elección del vehículo cuando se realice la compra, sino las características de los vehículos existentes (tipo, volumen y peso de la carga; topografía, rutas y paradas del recorrido, abastecimiento del combustible)
  • Operación aún con el vehículo más adecuado es importante realizar una gestión eficiente de los insumos y procesos para optimizar la operación con menor consumo energético y menores emisiones (gestión, conducción eficiente, tecnología); 
  • Mantenimiento un funcionamiento óptimo reduce el consumo de combustible y las emisiones contaminantes asociadas; 
  • Logística urbana de carga  y descarga evaluar la potencialidad de la adecuación de estrategias y acciones a las características locales.

“Consideramos importante en esta Guía vincular la contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y esta premisa se implementará en CIMPAR en todos los Manuales y Guías”, señaló la Ing. María Gabriela Vázquez, y añadió: “Un aspecto importante de la guía, fue el taller de validación con diferentes actores que se realizó de manera virtual dado el contexto de pandemia, donde pudimos refrendar lo realizado y además enriquecer el trabajo con los aportes de los participantes”.

“No solo se logró un buen producto, sino que hacia el interior de la comisión hubo un crecimiento y un aporte para todos. La experiencia fue muy constructiva”, reflexionó la directora del Instituto de Estudios de Transporte (IET), a la hora de evaluar la labor realizada.

En el mismo sentido, Gisela Trossero, dijo: “El logro más importante fue este vínculo que se creó, esta mesa de trabajo que logró enriquecer muchísimo este documento”.