A fines del siglo XX, el cambio climático se convirtió en una prioridad para los gobiernos, instituciones y empresas. Tras los acuerdos multilaterales, como los Objetivos del Milenio (ODM) y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la problemática ambiental comenzó a discutirse en diferentes sectores de la sociedad. 

En Argentina, la Constitución Nacional, la Ley de Educación Nacional y la Ley General del Ambiente contemplan a la educación ambiental como un proceso fundamental para el ejercicio pleno de la ciudadanía. 

La educación ambiental es un proceso continuo que promueve la sostenibilidad como proyecto social, entendiendo que esto implica un desarrollo con justicia social, distribución de la riqueza, preservación y conservación de la naturaleza, igualdad de género, protección de la salud, democracia participativa y respeto por la diversidad cultural. Además, busca el equilibrio entre diversas dimensiones, como la social, la ecológica, la política y la económica, en el marco de una ética que promueve una nueva forma de habitar nuestra casa común.

Esta disciplina es transversal y subsidiaria a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible propuestos por Naciones Unidas. Esto se da tanto de manera directa, como ocurre en los objetivos 1, 4, 6, 7, 11, 12 y 13, como también de forma indirecta en el resto de los objetivos o metas.

En el ámbito académico, la temática fue ganando terreno en las universidades y se transformó en una carrera. 

La Facultad Regional Rosario de la Universidad Tecnológica Nacional lanzó la Tecnicatura universitaria en Procedimientos y Tecnologías Ambientales con el objetivo de formar técnicos con capacidad para abordar el análisis, estudio, medición y control de acciones antropogénicas que alteran negativamente los procesos de un ambiente específico tanto natural como urbano.

“La tecnicatura universitaria busca resolver problemáticas locales y de índole práctica”, comentó Leandro Rimoldi, director de Posgrado y Educación Continua de la FRRo UTN, y continuó: “La idea es formar al alumno en todas las tecnologías que hacen de soporte a la gestión ambiental”.

“Antes, la cuestión ambiental venía con la formación de posgrado, ahora ya tenemos carreras terminales sobre la temática. Esto demuestra que se fue corriendo el eje y se entendió que cuánto antes empecemos a estudiar es mejor”, señaló el coordinador de las capacitaciones universitarias, en diálogo con Industria Ambiental. 

Los objetivos específicos de la tecnicatura son: 

  • Promover el conocimiento de los sistemas naturales que constituyen recursos esenciales para el desarrollo de las sociedades humanas.
  • Fomentar la articulación teórico-práctica para el abordaje integral de las problemáticas ambientales, considerando las perspectivas: naturales, socioeconómicas, legales y culturales.
  • Generar ámbitos de prácticas que le permitan al estudiante manejar con solvencia diferentes tecnologías, para diagnosticar problemas ambientales.
  • Fomentar el compromiso de las problemáticas ambientales, considerando los aspectos éticos en su quehacer profesional.
  • Respecto a los contenidos de la carrera, Rimoldi remarcó que a lo largo de los tres años de cursado se estudian las “distintas tecnologías que se aplican al cuidado ambiental, como el uso de energías renovables, tratamiento de residuos, la aplicación de sistemas de información geográfica, etc."

La Tecnicatura universitaria en Procedimientos y Tecnologías Ambientales se dicta de forma híbrida (30% virtual y 70% presencial) y es coordinada por el ingeniero Claudio Giordani.